Hermanos y hermanas, hemos de reconocer que la gratuidad nos cuesta mucho, la invitación es a vivir desinteresadamente, a dar gratis, es decir, a no esperar la contraprestación que creemos que nos merecemos. Oremos.
Que sepamos dar y recibir gratis
• Que la Iglesia sea comunión/solidaridad con el pobre, que sea testimonio de austeridad, que comparta sus bienes con quienes los necesitan.
Que sepamos dar y recibir gratis
• Que los gobiernos de los pueblos e instituciones creen dinámicas nacionales e internacionales para el reparto de las riquezas de tal manera que cada día se reduzca más la distancia entre ricos y pobres.
Que sepamos dar y recibir gratis
• Que todos nosotros y nosotras acojamos la invitación a compartir nuestros bienes, nuestro tiempo, nuestro ser y hacer con los que nos rodean y más lo necesitan.
Que sepamos dar y recibir gratis
• Que acertemos a mantener unas relaciones basadas en la libertad, la gratuidad y el amor, unas relaciones propias de la comunidad de los seguidores de Jesús de Nazaret.
Que sepamos dar y recibir gratis
• Que en nuestras casas siempre haya un plato vacío en la mesa para quien necesite comer y sentirse invitado.
Que sepamos dar y recibir gratis
Padre Madre buena, que nos dejemos interpelar por la llamada de Jesús a vivir a contracorriente, siendo signos del Reino, apostando por el servicio gratuito y las relaciones fraternas.
Vicky Irigaray