Hermanos y hermanas, la comunidad alternativa que Jesús trae trastoca también hoy los esquemas de nuestra sociedad: los pobres y marginados tienen una relevancia inusitada, son sacramento desconcertante de Dios. Oremos.

Jesús, que nuestro corazón se incline hacía los últimos

• Padre bueno, que la opción por los pobres sea el criterio fundamental de nuestra Iglesia; que no se olvide que sin dicha opción deja de ser comunidad alternativa y primicia del Reino.

Jesús, que nuestro corazón se incline hacía los últimos

• Padre bueno, que acertemos a captar la hondura de tu llamada, que comprendamos que lo que nos hace ser primeros dentro de tu comunidad es el servicio y el desvelo por los considerados últimos.

Jesús, que nuestro corazón se incline hacía los últimos

• Padre bueno, despierta en todos nosotros el servicio como impulso vital en nuestra comunidad parroquial o religiosa; que en el servir encontremos la dinámica y el sentido de nuestra vida.

Jesús, que nuestro corazón se incline hacía los últimos

• Padre bueno, que nuestros niños y jóvenes descubran que acoger al que no cuenta es acogerte a ti; que acoger y servir al último, al que no cuenta, es responder a tu llamada de seguimiento.

Jesús, que nuestro corazón se incline hacía los últimos

• Padre bueno, te recordamos a todos los hombres y mujeres que sufren y de quien nadie se acuerda; sacude nuestro corazón por dentro y haznos hermanos y hermanas que acogen, abrazan, sirven, sostienen, ofrecen sentido de vida y esperanza en un mundo, a veces, demasiado oscurecido.

Jesús, que nuestro corazón se incline hacía los últimos

Padre bueno, ésta es la lógica de tu Reino: “el que quiera ser el primero que sea el último e todos y el servidor de todos”. Concédenos la gracia de seguirte y anunciarte con nuestra palabra y nuestra vida. Te damos las gracias por tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray