Hermanos y hermanas, cualquiera de nosotros somos la mujer adúltera que necesitamos y somos acogidos más allá de lo que nos atrevemos a pedir, más allá de los que la sociedad y la ley nos ofrece. Oremos.

Que se nos contagie tu misericordia, Padre

• Que la Iglesia, como Jesús, sea siempre misericordiosa, comprensiva, tolerante con esa gama de debilidades humanas, más allá de mandamientos y normas a cumplir.

Que se nos contagie tu misericordia, Padre

• Que nuestras comunidades de fe sean parábolas de perdón, reconciliación, acogida, nueva oportunidad, misericordia, no juicio…

Que se nos contagie tu misericordia, Padre

• Que los creyentes ofrezcamos siempre, horizonte, futuro con sentido, esperanza más allá de lo que nos parece razonable esperar, mirada que restaura y sostiene.

Que se nos contagie tu misericordia, Padre

• Que todos nosotros y nosotras sepamos poner a las personas en medio del corazón del Padre Dios y ofrezcamos siempre perdón e indulgencia ante los errores de los demás.

Que se nos contagie tu misericordia, Padre

• Que sepamos comprender que nadie necesitamos condenas sino a personas que nos ayuden y ofrezcan una nueva oportunidad.

Que se nos contagie tu misericordia, Padre

Padre Madre buena, que todos nosotros y nosotras no nos ocupemos en arrojar piedras, sino que seamos un corazón misericordioso y una mano amiga que ayude siempre a levantarse.

Vicky Irigaray