Hermanos, Jesús hoy nos quiere recordar nuestra responsabilidad como cristianos en la historia: en nuestra vida cotidiana, con sus buenos y malos momentos, se nos invita y urge a construir Reino, a dar testimonio. Oremos.

Padre, queremos arriesgar como tu hijo Jesús

• Que la Iglesia se empeñe en anunciar con sus actitudes, palabras y obras la gratuidad del amor del Padre que desborda los diques de nuestros egoísmos y falsas seguridades…

Padre, queremos arriesgar como tu hijo Jesús

• Que los seguidores de Jesús pongamos todo lo que tenemos al servicio de los más desfavorecidos, buscando con todas nuestras fuerzas y todo nuestro corazón hacer más fácil la vida de todos los que sufren la injusticia, la opresión, la violencia, la falta de salud, la soledad, el hambre…

Padre, queremos arriesgar como tu hijo Jesús

• Que todos nosotros tengamos claro que la fe no es algo que se nos ha dado para guardar en una caja fuerte o vivir en la intimidad, sino que la fe es vida que se expresa en el amor y el servicio a los otros.

Padre, queremos arriesgar como tu hijo Jesús

• Que no nos falte la audacia para arriesgar y poner nuestros talentos al servicio de la comunidad y de todo el que lo necesite. Que vivamos en una dinámica de riesgo pero bien anclados por dentro en Jesús.

Padre, queremos arriesgar como tu hijo Jesús

Padre bueno, concédenos la gracia de recordarnos unos a otros, cada día, que tu Reino es servicio, que nos invitas a poner en marcha, en funcionamiento cada don o talento que de ti hemos recibido, y concédenos, sobretodo, la esperanza en una sociedad más justa y amable para todos. Te damos las gracias por tu hijo Jesús, camino de vida para nosotros.

Vicky Irigaray