Hermanos, en Jesús, cuyo nombre significa “Salvador”, Dios es infinitamente mejor de lo que nos creemos: más cercano, más tierno, más audaz, más amigo, más alegre, mucho más grande de lo que nosotros podemos sospechar. Oremos.

Jesús, que tu venida nos sacuda por dentro

• Que la Iglesia no se ponga límites a la hora de proclamar la bondad y la ternura de Dios. Que su presencia en este mundo sea recuerdo y presencia permanente de Jesús, que viene a salvarnos.

Jesús, que tu venida nos sacuda por dentro

• Que todos los creyentes reconozcamos en María la disposición del corazón para estar abiertos a la novedad y utopía que nos trae el Niño.

Jesús, que tu venida nos sacuda por dentro

• Que todos nosotros vivamos con novedad, con asombro, implicándonos con nuestra vida el Misterio de la Encarnación que mañana vamos a celebrar.

Jesús, que tu venida nos sacuda por dentro

• Que todos los hombres y mujeres que estos días no sienten el Espíritu navideño nos encuentren cercanos, solidarios y dispuestos a cambiar la realidad social, política y económica en la que vivimos.

Jesús, que tu venida nos sacuda por dentro

• Paz, amor y felicidad, nos deseamos mutuamente estos días; que seamos capaces de vivir cada día siendo conscientes que nuestros buenos deseos sólo serán realidad si consentimos como María a la acción del Espíritu en nosotros.

Jesús, que tu venida nos sacuda por dentro

Padre bueno, con alegría y agradecimiento nos disponemos a celebrar que nos has regalado a tu Hijo Jesús, haznos conscientes y responsables de semejante regalo. Te damos las gracias porque en Jesús nos dices cómo nos amas.

Vicky Irigaray